Que Ningún Niño se Quede Atrás (NCLB, por sus siglas en inglés)
La ley Que Ningún Niño se Quede Atrás (NCLB, por sus siglas en inglés) fue una ley de Estados Unidos que buscaba garantizar que todos los estudiantes, sin importar su origen, recibieran una educación de calidad. Requería que las escuelas evaluaran regularmente a los estudiantes y demostraran mejoras en lectura y matemáticas. Si las escuelas no alcanzaban los objetivos, debían implementar cambios para ayudar a los estudiantes a mejorar. En resumen, se trataba de hacer que las escuelas fueran responsables de su desempeño y asegurar que cada niño tuviera la oportunidad de tener éxito.